Es una decisión polémica hacer consultoría en Comunicación y no tener presencia en la red social que, hoy por hoy, muchos consideran la más importante. Sin embargo, estoy convencida de que, en este caso, es la decisión correcta.
Instagram es una red social con un fuerte componente visual y que se creó con un fin social. Uno sigue cuentas aspiracionales, amigos e inspiración. De momento, no pretendo posicionar a HB consultoría como ninguna de ellas.
Sin lugar a dudas, nuestros amigos van a seguir el instagram a modo de apoyo pero, ¿realmente atraerá a alguien que necesite consultoría? Y lo que es más importante, ¿quiere un potencial cliente que su caso sea publicado eventualmente? Puedo ganar seguidores al pedirle a amigos y familiares que me sigan, puedo compartir contenido sobre quiénes somos, alguna foto genérica y algún tip de redes sociales, pero al final del día, nada de eso se alinea con mi objetivo.
Puede que esto cambie en unos años. Nuestro tipo de trabajo muta y crece, y los servicios que ofrecemos o los casos a los que nos hemos enfrentado pueden pedir de este canal, pero es preferible crearlo cuando se alinee a la estrategia, en lugar de ajustar la estrategia a la necesidad de estar en un canal específico.
Es crucial respetar los objetivos actuales de cualquier organización y conocer los lenguajes de los distintos canales al tomar decisiones que, aunque puedan parece pequeñas, no lo son: nuestra presencia, en cualquier canal, comunica. Es importante que elijamos correctamente qué.